Un lugar idílico, esta es la definición del Paraíso y esto es lo que hemos creado en Paradisus.
Hemos reinventado el concepto de todo incluido para ofrecer a nuestros huéspedes una exclusiva experiencia frente al mar, con bellas y únicas vistas y actividades y excursiones capaces de satisfacer cada deseo y cada necesidad. Todo con el foco en proporcionar una verdadera inmersión en la cultura y el entorno en el que nos encontramos. Porque en Paradisus "El destino está incluido" y ofrecemos a nuestros huéspedes el verdadero sabor de la cultura local en cada uno de nuestros destinos; creando así un sentido de pertenencia y conexión.
Paradisus es sinónimo de lujo, exclusividad y autenticidad.
Por eso buscamos superar siempre las expectativas de nuestros huéspedes, brindándoles un servicio personalizado, cercano y acogedor. Anticipándonos a sus necesidades y ofreciendo un servicio impecable.
Además, mostrando nuestra personalidad con naturalidad buscamos sorprenderles, siendo espontáneos, creamos recuerdos maravillosos que se llevarán consigo para siempre.
Porque cada estancia en Paradisus es una experiencia memorable y única.
Nuestros clientes están en el corazón de Meliá Hotels International, son nuestra razón de ser. Un corazón que en Paradisus late a un ritmo especial: acogedor, exclusivo, un lujo con auténtico sabor local.
Un ritmo que hace que nuestros huéspedes se sienten deleitados, especiales, impresionados, felices, entretenidos y libres de cualquier preocupación.
Nuestra manera de comportamos marca este ritmo.
Los comportamientos son la forma en la que implementamos nuestra identidad, porque a través de nuestras acciones nuestros huéspedes perciben nuestra esencia y ven materializada nuestra promesa de marca.
Porque cada uno de nuestros comportamientos son un “beat”, un latido, un impulso que marca el ritmo de Paradisus.
¿Lo sientes?
Hagamos que nuestros huéspedes sientan nuestro latido.
A lo largo de la estancia de nuestros huéspedes en el hotel existen varios momentos especialmente relevantes para transmitir nuestra esencia de marca. Cómo nos comportamos en esos momentos marcará la diferencia entre que sientan o no el latido. Dependiendo de nuestras responsabilidades, nuestro contacto con el cliente será más intenso en unos u otros momentos de su estancia, pero todo son igual de importantes.