La promesa de la marca the Meliá Collection
The Meliá Collection es una cuidada selección de destinos únicos que celebran la individualidad y el auténtico sentido del lugar. Cada hotel tiene su propia personalidad y ofrece una experiencia genuina, marcada por su historia.
Cada detalle está pensado con atención, con un servicio sincero y en sintonía con cada cliente. Estos lugares excepcionales, elegidos por su alma y carácter, abarcan entornos aislados, iconos arquitectónicos, paisajes naturales impresionantes y espacios cuya singularidad les da un motivo para ser. Cada estancia invita a conectar con la esencia del hotel, a través de sabores locales, tradiciones culturales y experiencias que reflejan su identidad propia.
Hoteles con una historia, y con un motivo.
Nuestros clientes están en el corazón de Meliá Hotels International, son nuestra razón de ser. Un corazón que en The Meliá Collection late a un ritmo especial: auténtico, lujoso, exclusivo.
Un ritmo que hace que nuestros huéspedes se sienten bienvenidos, cuidados, cómodos, con ganas de disfrutar y deleitados.
Nuestra manera de comportamos marca este ritmo.
Los comportamientos son la forma en la que implementamos nuestra identidad, porque a través de nuestras acciones nuestros huéspedes perciben nuestra esencia y ven materializada nuestra promesa de marca.
Porque cada uno de nuestros comportamientos son un “beat”, un latido, un impulso que marca del ritmo de The Meliá Collection.
¿Lo sientes?
Hagamos que nuestros huéspedes sientan nuestro latido.
Los enclaves encarnan la esencia del destino mediante:
Experiencias
singulares
Ubicaciones
icónicas
Hoteles como
narradores de
historias
Servicio exclusivo
y sensación de
hogar
El latido de Hacienda del Conde
En el tesoro natural de la isla de Tenerife se extiende una de las experiencias más exclusivas de The Meliá Collection: Hacienda del Conde, un hotel ubicado en la antigua residencia del ilustre Don Ildefonso Salazar De Frías y Sol Hoyo Solórzano, más conocido como el Conde de Siete Fuentes, que hace del lujo y la sofisticación sus emblemas principales desde su origen.
Los rasgos propios de la arquitectura y decoración canaria están presentes en todos los espacios, incluyendo nuestras amplias y exclusivas suites. Pero además de esta atmósfera interior, en Hacienda del Conde nuestros huéspedes pueden disfrutar de exteriores que ofrecen experiencias de lujo, como jugar en el campo de golf diseñado por el golfista Severiano Ballesteros.
Estos espacios se unen a otras experiencias que ofrece el hotel, tanto gastronómicas como de bienestar:
- A nivel culinario, Hacienda del Conde pone a disposición de nuestros clientes tanto recetas internacionales en el buffet del restaurante Buenavista, como una experiencia original de fusión entre cocina canaria tradicional con productos locales y de km 0, y técnicas culinarias de vanguardia en el restaurante Salazar. Todo ello sin olvidar nuestros bares: El Pandano, donde poder disfrutar de un delicioso almuerzo en la zona de la piscina, así como Ikko y Patio Canario, donde nuestros huéspedes pueden deleitarse con los mejores cócteles.
- Por otro lado, a la desconexión y relajación que supone el paraíso natural donde se ubica Hacienda del Conde se une nuestro spa. Este ofrece tratamientos de bienestar personalizados, hidroterapia y masajes. Además, contamos con un gimnasio; en resumen, todo lo necesario para ofrecer a cada huésped una experiencia a medida y un programa de Wellbeing con el que disfrutar de actividades exclusivas en ubicaciones mágicas.
Todo esto sin olvidar las experiencias que ofrece este entorno en pleno océano Atlántico, como el ecoturismo o la autenticidad de conocer los pueblos y tradiciones locales.
En definitiva, Hacienda del Conde es la oportunidad perfecta para hacer que nuestros clientes descubran el paraíso natural de Tenerife en un entorno lleno de lujo y sofisticación que hará de su viaje una experiencia inolvidable.
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Touch points
A lo largo de la estancia de nuestros huéspedes en los hoteles de The Meliá Collection existen varios momentos especialmente relevantes. Cada hotel alberga una serie de experiencias singulares, unos servicios VIP, una cultura y arte concretos. Cómo nos comportamos en esos momentos marcará la diferencia que hará sentir el latido. Dependiendo de nuestras responsabilidades, nuestro contacto con el cliente será más intenso en unos u otros momentos de su estancia, pero todos son igual de importantes.
Soy conocedor y promotor de todas las posibilidades que tiene el destino porque seré el embajador de tu experiencia cultural.
Te acompaño a donde quieras ir, contándote la historia y personalidad del hotel.
Te indico cómo contactar con nosotros para cualquier necesidad durante tu estancia.
Me aseguro de que tu familia esté cómoda y me ofrezco a proporcionar cualquier cosa que les ayude a sentirse cuidados.
Regulo la temperatura de la habitación a tus necesidades para que te sientas cómodo.
Respeto tu descanso e intimidad, entro en la habitación solo cuando me indicas que puedo hacerlo. Soy silencioso en los pasillos para no molestarte.
Te saludo por tu nombre cuando llamas para hacer un pedido para que te sientas reconocido.
Me aseguro de que la preparación y presentación sea única, para que te sientas complacido.
Observo los detalles de mis huéspedes para conectar de forma genuina, con sus deseos y necesidades.
Soy ágil en dar el servicio y me aseguro de que llega en óptimas condiciones.
Te presento los platos con orgullo para que te entusiasme la experiencia culinaria única de nuestro destino.
Te sugiero tentempiés rápidos que te puedas llevar para que no te falte de nada cuando vivas tu experiencia local.
Siempre soy profesional, pero ajusto mi servicio para que sea tan formal, cálido o personal como a ti te gusta, para que te sientas a gusto.
Conozco en detalle la oferta gastronómica de nuestro hotel y también los mejores lugares en la zona.
Estoy bien informado sobre la cultura local para que podamos disfrutar de una conversación interesante, si así lo deseas, que te ayude a sentir bienvenido.
Añado un toque decorativo personalizado a tu bebida, para que te sientas especial.
Me ofrezco a rellenar tu bebida cuando está vacía para que te sientas satisfecho.
Pregunto si te gustaría beber lo mismo que ayer para que te sientas recordado.
Te ofrezco los eventos y experiencias culturales, para que puedas crear tu propia experiencia personalizada.
Estoy bien conectado con la ciudad y te ofrezco las mejores experiencias del destino que solo vivirás aquí, con nosotros, para que te sientas complacido.
He preparado el mejor ambiente para fomentar tu bienestar y relajación, respetando el entorno único en el que se encuentra el hotel.
Te pregunto acerca de tus necesidades y preferencias para recomendarte tratamientos que te deleitarán.
Te observo durante tu tratamiento de spa para saber cuándo quieres hablar y cuándo prefieres un momento de tranquilidad, para que puedas sentirte en paz.
Si hay algo que no está a tu gusto, me aseguro personalmente de que se solucione para que no te preocupes, aunque no sea de mi departamento.
Comparto la arquitectura e historia del hotel, para que te sientas impresionado por el diseño detrás de cada detalle.
Te expreso mi más sincero agradecimiento por tu visita y haber tenido la oportunidad de conocerte.
Te proporciono un obsequio de despedida como recuerdo de nuestro destino para que, al verlo, recuerdes tu experiencia única con nosotros.
Me aseguro de que tu viaje de vuelta sea cómodo, ofreciéndote refrescos, tentempiés o cualquier asistencia con los últimos detalles de tu salida.
Observo todas tus preferencias para que te sientas mimado.
Respeto tu privacidad y espacio personal en todo lo que hago, para que puedas sentirte tranquilo y en confianza.
Cuido mi apariencia y la de mis herramientas para transmitirte confianza y profesionalidad en todo momento.
Coloco un mensaje en la parte exterior de la puerta cuando estoy trabajando en tu habitación para que sepas que estoy dentro si regresas en algún momento.
Saludo a mis compañeros por su nombre para que se sientan reconocidos.
Soy positivo y respetuoso con mis compañeros para que se sientan animados a dar lo mejor de sí.
Les hablo a mis compañeros de los huéspedes que he conocido para compartir conocimientos y poder superar sus expectativas.